sábado, 16 de abril de 2016

Las fuentes en la enseñanza de la Historia

¿Qué son las fuentes de la Historia?

Se les llama fuentes porque de ellas 'brota' la información. Son vestigios humanos que dan cuenta del pasado y que no se limitan sólo al documento. Nuestras fuentes se dividen en dos:


*Voluntarias: Las que están hechas con la intención de que sean historia.

*Involuntarias: “Los hombres hacen la historia, pero ignoran que la hacen”[1] 
Es decir: aquellas que están hechas en su cotidianidad. 

En nuestro quehacer, trabajamos con fuentes primarias y secundarias. Las fuentes primarias son testimonios directos que se encontraban en el lugar y tiempo del hecho que vamos a trabajar. Y las fuentes secundarias son aquellos testimonios de testigos contemporáneos al hecho y por lo tanto son indirectos. 

Un ejemplo es, toda la historiografía escrita en la época de la conquista, Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo, entre otros, fueron testigos oculares directos, por lo que nuestra fuente es primaria. En cambio, los escritos de autores como Gómara son fuentes secundarias puesto que, el autor no se encontraba en el lugar de los hechos.    

Los tipos de fuentes son: 

*Fuentes textuales: Registros escritos (cartas, libros de notarías, testamentos, actas de nacimiento, n
ovelas).  

*Fuentes historiográficas: Las que fueron escritas con la intención de historiar.



*Fuentes Materiales: Arquitectura, música, pintura, cinematografía, fotografía.  


*Fuentes orales: Testimonios 

Una fuente es la condición para hacer Historia 


Los griegos fueron los primeros en utilizar las fuentes históricas, Heródoto (S. V a.C) en la conformación de su obra Historias hace uso de las fuentes orales y las fuentes textuales de sus predecesores como Homero y Hecateo de Mileto. 


Ya en el S. XIX, Giovanni Morelli y su "método morelliano" proponía el examinar los detalles menos trascendentes en las pinturas colocadas en los museos, con el objeto de verificar la autenticidad de la fuente. 


¿Qué quiero decir con esto?

Imaginemos a Sherlock Holmes rodeado de fuentes históricas. Al momento de elegir una, interrogarla e interpretarla, ésta se convertirá en una prueba, la cual lo guiará a resolver un crimen.






Así como para Sherlock, para el historiador es esencial el uso de las fuentes, puesto que con ellas podemos adquirir la información que necesitamos al momento de llevar a cabo una investigación. Al convertirlas en pruebas, fundamentamos nuestro trabajo y le damos validez. 


Un primer acercamiento son las anécdotas que escuchamos de nuestros abuelos, tíos e incluso de nuestros padres, s
umado al uso de las fotografías y películas nos permiten comparar su modo de vida, la economía del momento, qué se comía, qué música se escuchaba, qué pasaba con el país en esos años. 

Es importante que ustedes, los que están leyendo este artículo, siempre duden de lo que leen y estén en contacto con las fuentes históricas para que sean parte de esta relación enseñanza-aprendizaje que los mantendrá más cerca de los acontecimientos y personajes que fueron actores en este largo proceso llamado Historia. 







[1] Fernand Braudel, Escritos sobre Historia, pp.57.  Cita Claude Lévi-Strauss, Anthropologie structurale, op. Cit,. 30-31